Algo tan cotidiano como que podamos coger una bufanda, una botella de aceite o unos chocolates del lineal de una tienda lleva por detrás la intervención de muchas personas, transacciones y procesos. Y más todavía en un mundo con fábricas deslocalizadas y donde cada vez es más fácil comprar productos de cualquier parte del mundo. Por otro lado, el consumidor es cada vez más exigente tanto en las calidades de los productos que consume como en las condiciones de su producción. Conceptos como el cambio climático o el comercio justo son elementos que afectan a la decisión final de compra.
Todas estas exigencias se trasladan a la cadena de suministro obligando a las empresas, además de cumplir con la contención de costes, a facilitar toda la información que demanda el cliente. Para ello, cada vez más se refuerza la cadena de suministro con tecnología blockchain, ganando trazabilidad y seguridad en las transacciones.
Una cadena de suministro es el engranaje de activos y procesos que pone en juego la empresa para poder cumplir con sus compromisos y atender la necesidad del cliente. Se refiere al aprovisionamiento, la transformación, el almacenaje y la distribución en el punto de venta. Su correcto funcionamiento se asegura y monitoriza a través del sistema logístico que vela tanto por los flujos de mercancías como por la información que genera, desde el punto de origen del producto hasta el punto de consumo.
La globalización y la digitalización, con la aparición de nuevos modelos de negocio, han ido haciendo cada vez más compleja la cadena de suministro, aumentando el número de actores y el nivel de exigencia de cara al cumplimiento de los niveles de servicio acordados. Es aquí donde entra en juego la tecnología blockchain para reducir los costes de gestión en logística y comercio exterior.
Blockchain es una forma de compartir información de forma descentralizada, fiable y segura. Para ello utiliza un sistema de cadenas de bloques verificados en consenso. Esto quiere decir que cada bloque de datos se comparte entre varios agentes que los validan y así garantizan su inviolabilidad, sin necesidad de un intermediario que concentre la información.
Su aplicación en el sistema logístico permite dar seguimiento a las mercancías a tiempo real. Permite registrar y autenticar todos los movimientos y estados por los que pasan los productos, no solo ubicaciones y momentos del tiempo, sino también otros parámetros, al poder combinarse con IOT, como temperatura o la manipulación a la que han sido sometidos los bienes.
En cada una de las etapas de la cadena de suministro el actor responsable recibe la mercancía y la entrega registrando estas transacciones en la cadena de movimientos de manera encriptada. Y todo ello sin que haya posibilidad de modificar o falsificar la información, ya que los actores participantes en el proceso con blockchain pueden detectarlo de inmediato. Así, en cualquier fase de la cadena y sobre todo en el punto de venta final, se puede asegurar al cliente los distintos estadios por los que ha pasado el producto que compra y con ello su calidad.
El principal beneficio que aporta la tecnología blockchain al sistema logístico es la trazabilidad. Una Blockchain permite autenticar el contenido de la información que acompaña a la mercancía. Tradicionalmente, esta información se concreta en una documentación cuyo traslado, aceptación y verificación conlleva el consumo de recursos y sobre todo tiempo, que se traduce en esperas y retrasos en la entrega de la mercancía.
Entre otros, podemos enumerar como beneficios de la tecnología blockchain:
Las aplicaciones de una Blockchain en las cadenas de suministro están siendo muchas. Un ejemplo claro del beneficio que reporta se da en el sector agroalimentario. Este atiende a un consumidor más exigente sobre el contenido de su compra de alimentación (origen y procesos de elaboración). Son muchos los productores que para conseguir diferenciar la calidad de sus productos están garantizando su origen con tecnología blockchain.
Entre ellos Nestlé y Carrefour, con el objetivo de ofrecer más transparencia al consumidor, con el apoyo de IBM, están incluyendo un código QR en la etiqueta de los productos que facilita información sobre cómo se ha elaborado y el origen y variedad de los componentes del producto. También facilita información sobre fechas de fabricación, controles de calidad o lugares donde se ha almacenado antes de llegar a su venta.
En un mundo cada vez más globalizado y con clientes cada vez más exigentes, la presión sobre las empresas para mantener su rentabilidad es también creciente. La tecnología blockchain puede ayudar a superar estos retos ayudando al sistema logístico en un doble sentido, por un lado, aumentando la trazabilidad de toda la cadena de suministro y por otro, al disponer de más información, mejorar su eficiencia operativa y financiera.
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