Digitalizar, en cambio, implica simplemente el uso de la tecnología digital para agilizar ciertos procesos, lo cual no representa un impacto significativo más allá de la productividad.
Por su parte, la transformación digital permite conseguir un mayor aporte de valor, descubrir nuevos modelos de negocio, optimizar la experiencia de los clientes, mejorar la calidad de los productos y servicios, empoderar al talento humano con recursos más eficientes y económicos, mejorar las comunicaciones internas y externas, entre otros.
En este contexto, la estrategia digital e innovación son claves para transformar la eficiencia en todos los niveles de una empresa: marketing, comercialización, soporte al cliente, producción, gestión de TI, recursos humanos, entre otros.
Hasta hace no mucho tiempo, la estrategia digital e innovación eran solo opciones a los que podía acudir una empresa para marcar una diferencia competitiva. Sin embargo, hoy en día, la estrategia digital e innovación ya son unas necesidades en todo el sentido de la palabra. Esto se debe a que el mercado actual es tan dinámico y exigente que las organizaciones no modernizadas están quedando sepultadas rápida y profundamente en el campo comercial.
Por tanto, la carencia de estrategia digital e innovación en un negocio son factores de riesgo competitivo que pueden conllevar a un rotundo fracaso de la empresa, al ser esta superada por todos o la mayoría de sus competidores que ejecutan una clara estrategia de evolución.
Sobre este contexto, dos de las amenazas más comunes que tiene una empresa tradicional son:
Por ejemplo, el caso de Netflix, el cual partió de un modelo de negocio tradicional (alquilar y distribuir DVD por código postal) y lo llevó a su máximo nivel de evolución mediante un plan de transformación digital (oferta de video bajo demanda vía streaming).
Por ejemplo, el caso de Uber y Airbnb, cuyos nuevos modelos de negocio cambiaron las condiciones del juego en cuanto a transporte y el alojamiento.
Para implementar la estrategia digital e innovación, y obtener valor comercial de estas, es necesario que dentro de cada empresa todos sus departamentos trabajen en conjunto y de manera muy estrecha. Tal como un gran equipo que busca el porvenir de la organización y no solo de sus respectivos departamentos como unidades aisladas.
Lograr este nivel de integridad interna solo es posible si se establecen nuevas metodologías tanto de comunicación como de trabajo. Siendo ese el primer paso, de allí en adelante se han de aplicar una serie de best practices organizacionales con foco en la estrategia digital e innovación.
Algunas de dichas best practices para una transformación digital diferenciadora son:
La estrategia digital e innovación no pueden considerarse como iniciativas aparte de la estrategia global de la empresa. En cambio, deben estar 100% alineadas entre sí, una codependiente de la otra. Solo de esta manera la transformación digital puede llegar a todo el personal y a todos los procesos. Desde los directivos hasta los vendedores, desde la planificación estratégica hasta la atención al cliente.
La estrategia digital e innovación o, incluso, la misma transformación digital deben ser implementadas con objetivos claros en mente. Estos procesos de modernización y diferenciación no surgen por moda o tendencia, sino por necesidad. De esta manera, es importante identificar cuáles son las necesidades de la empresa, trazar una serie de objetivos acorde a ellas y realizar los esfuerzos necesarios para alcanzarlos.
En este sentido, se debe responder a la pregunta ¿qué se busca con la transformación de la empresa? Por norma general, la respuesta suele estar entre las siguientes tres opciones:
Como comentábamos, las funciones de los distintos departamentos deben apoyarse entre sí. Esto no significa mezclar responsabilidades, sino interiorizar que el esfuerzo y los resultados de un equipo de trabajo tienen un impacto directo en los resultados del resto de los equipos.
Esto se debe a que en una organización moderna y de alto rendimiento, sus departamentos trabajan en conjunto como piezas de relojería. Cada uno realizando una función específica diferente, así todos cumplen al mismo tiempo con la función global de mantener el éxito de la organización.
La transformación a través de la estrategia digital e innovación requiere de inversiones en ciertas áreas clave, las cuales son:
Ante todo este panorama de estrategia digital e innovación en los negocios, se resalta la necesidad de pensar cómo podemos aprovechar el máximo potencial de la transformación digital. El objetivo es ser capaces de trabajar de una forma nueva y distinta, diferenciadora y con mejores resultados. No se trata de hacer lo mismo pero más rápido, simple o automatizado. Pues tal como dice Bill Gates:
“La primera regla de cualquier tecnología utilizada en los negocios es que la automatización aplicada a una operación eficiente magnificará la eficiencia. La segunda es que si la automatización se aplica a una operación ineficiente, magnificará la ineficiencia”.
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