Decir, en plena era digital que vivimos hiperconectados, no es una novedad. Esta sobreexposición a los medios hace que recibamos 10 impactos publicitarios por segundo. Tampoco es nada nuevo que la tecnología está revolucionando los negocios, cada vez con más novedades y cada vez más rápido.
Esta realidad nos afecta en un doble sentido. La capacidad de las marcas para captar la atención y mantener vinculados a sus clientes ha disminuido. Y por otro lado, la necesidad de las empresas para motivar y capacitar con mayor rapidez y eficacia a sus empleados ha aumentado.
De este modo se hace necesario encontrar nuevas formas para captar y mantener la atención de las personas para que no pasemos al olvido al segundo siguiente. En este punto, la gamificación en empresas supone un conjunto de estrategias y prácticas que nos van a ayudar a conseguir este objetivo a nivel empresarial. Y es que el uso de juegos como sorteos es una práctica muy veterana entre los expertos en marketing.
Entonces ¿Qué introduce la gamificación como algo novedoso?
La gamificación consiste en convertir en un juego cualquier proceso o relación (por ejemplo, comprar un producto o aprender un procedimiento). Esto es, vincular recompensas adicionales a que se realicen un conjunto de acciones. El truco está en que las acciones que se piden son necesarias para llevar a buen puerto el mencionado proceso o relación. Por ejemplo, a lo largo del proceso de aprendizaje tengo que resolver ciertos cuestionarios y el participante que lo haga antes y mejor gana un premio.
El secreto del éxito de estos sistemas de incentivación está en que apelan a los mecanismos básicos del comportamiento. Al realizar las acciones como un juego se está apelando a los deseos humanos de los clientes o de los empleados como pueden ser, según se diseñe el juego, la recompensa directa, el reconocimiento de un estatus, la socialización, la superación del reto o la expresión individual.
Con la gamificación la empresa consigue convertir procesos necesarios y hasta cierto punto tediosos en experiencias significativas. Así generan una mayor vinculación y motivación de los empleados para participar, por ejemplo, en procesos de formación interna o en alcanzar sus objetivos. Y también mejora la relación con los clientes, su captación y vinculación con la marca y con ello las ventas.
Hoy más del 70% de las empresas de Forbes Global 2000 aplican la gamificación, y se estima que la gamificación mejora la productividad de los empleados hasta en un 50% y el compromiso de los empleados en un 60% (eLearning Learning). Por eso la demanda de diseño de experiencia de gamificación dentro de las empresas se está disparando a la vista de los buenos resultados que está produciendo en diversos campos como, por ejemplo:
Los expertos coinciden en varios aspectos a considerar cuando vayamos a transformar un proceso o relación de nuestra empresa a partir de la gamificación. En primer lugar, nunca hay que olvidar que estamos trabajando con personas en el largo plazo. Por ello el diseño debe tener en cuenta cómo impactar de manera sostenida y continuada en el tiempo.
Para ello hay que saber dosificar los recursos como los elementos que utilizamos como gancho, así como los premios, recordando que el mero hecho de jugar es ya de por sí un “premio”. El primer objetivo es que las personas participen por lo que para incentivar esta participación el juego debe tener mecánicas sencillas y transparentes, además de incluir premios accesibles.
La forma en que se adjudican premios y cómo se comunican es parte del juego. Como orquestadores del juego no solo vamos a satisfacer el reconocimiento social del ganador global. También premiaremos el esfuerzo y la participación cuando los resultados empresariales exigen del concurso de muchos para alcanzar su consecución.
Y por último, como toda estrategia empresarial, su éxito sostenido está en la medición. De la evolución del juego para que los participantes conozcan su rendimiento. Y de la participación y de los resultados. Medir elementos como la evolución del engagement en función de la frecuencia con la que actualicen los premios o cómo impactan en los resultados las acciones propuestas será clave para garantizar el éxito del proyecto en su conjunto.
Enzyme acompaña sus clientes en la definición e implementación de gamificación así como en el seguimiento y análisis de los resultados conforme los objetivos marcados, como por ejemplo:
La gamificación es una herramienta que está ayudando a las empresas a mejorar el engagement de los clientes y de los empleados, mejorando su productividad y el logro de los objetivos empresariales. Esto se debe a que apela a necesidades básicas del ser humano, como los sentimientos de auto superación, logro, pertenencia o estatus social. El establecimiento de mecánicas e incentivos que vayan evolucionando con el juego es clave para que la gamificación mantenga su utilidad e impacto como experiencia significativa para nuestros clientes o empleados.
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