¿Han observado que a veces hay temas con nombres que no tenemos claro a qué se refieren? Esto sucede de manera muy especial en cuestiones empresariales, y es lo que pasa con el tema al que estamos llamando “plan de transformación digital”.
La adopción de nuevas tecnologías ha existido a través de todos los tiempos. Cuando aquel ser anónimo -que, sin duda alguna, merecía un Nobel- inventó la rueda, los humanos comenzamos a usarla, y aplicamos su uso de muchas formas distintas y a una infinidad de actividades. Así ha sido con muchos avances tecnológicos: la imprenta, la energía de vapor, la electricidad, el teléfono, entre otros.Ahora ha llegado la revolución de Internet y el mundo de los datos digitales. ¿Debemos llamar transformación digital al uso de esas herramientas y sistemas que nos permiten hacer casi todo mejor, más rápido y con menos recursos?
Más que transformando estamos adaptando nuestra empresa o institución al empleo de nuevos procedimientos y herramientas. Y esa adaptación no es solo digital: incluye cambios de puntos de vista, de métodos, de filosofía y hasta de “estilo de vida empresarial” podríamos decir.
Como mi propósito en este artículo es apuntar algunas líneas generales sobre esa adaptación a las nuevas tecnologías, una vez expuestas mis reservas sobre el término, continuaré refiriéndome aquí a “transformación digital”. Es el término conocido y que utilizamos para etiquetar el tema #transformaciondigital o #digitaltransformation, en inglés.
Ejecutar un plan de transformación digital consiste en adaptar la organización en su conjunto a un modelo de relación digital que se aplique de forma eficaz, tanto dentro de la organización como externamente. Es decir, en sus relaciones con los clientes, proveedores, distribuidores, etc.
Esta es la base del concepto, aunque, como he dicho antes, los cambios en la empresa no se circunscriben al ámbito digital estrictamente.
Para desarrollar el proceso de transformación digital la empresa o entidad debe tener en cuenta unos principios básicos que resumo a continuación:
La investigación El reto de la transformación digital de la economía, realizada por Siemens, halló que el nivel de éxito de la digitalización empresarial en las empresas españolas está por debajo de la media europea, ubicando así a España por fuera del top 40 a nivel mundial.
¿La razón? Según el mismo estudio, la mayoría de los intentos de transformación se han ejecutado “en muchos casos estableciendo objetivos poco ambiciosos, sin un rigor analítico o una hoja de ruta clara”. Es decir, sin un plan de transformación digital de alto nivel.
El cambio de la empresa a su nuevo modelo mediante un plan permite, en primer lugar, mejorar la experiencia de los clientes. Se establece una relación más inmediata y estrecha con los consumidores, lo que mejora la imagen de la marca y favorece la fidelización de los clientes.
Por otra parte, los nuevos modelos de comunicación y la ampliación de canales permiten atraer a nuevos consumidores e interactuar con ellos.
La cultura de innovación que se crea al implementar un plan de transformación digital permite a la empresa explorar nuevas oportunidades de negocio y diversificar sus recursos. Esos nuevos productos o servicios se convierten en una ventaja competitiva.
Otra ventaja de la transformación digital es que la mejora de la comunicación interna potencia la colaboración y el trabajo de los equipos. Departamentos como el de Marketing, Ventas y Operaciones disponen de herramientas para trabajar más estrechamente.
Incidencias y solicitudes de clientes pueden seguirse al detalle por todo el equipo y con actualizaciones inmediatas. Estas mejoras son muy importantes para fidelizar clientes y para mantener e incrementar la reputación de la empresa.
Finalmente, otra de las grandes ventajas de la transformación digital es que nos permite conocer y analizar grandes cantidades de datos (big data) de todas las áreas de la empresa y también de fuera de ella. Estos datos son una fuente de conocimiento para la toma adecuada de decisiones.
Para las empresas que no cuentan con el personal capacitado en el tema, pueden optar por el acompañamiento de consultoras especializadas en transformación digital.
Aunque, según el estudio Digital Transformation Report de SoftServe, la mayoría de las organizaciones prefiere confiar, en primer lugar, en sus expertos internos de TI para la digitalización. En segundo lugar, en sus expertos en gestión.
Sea interno o externo el personal que asuma el plan de transformación digital de una empresa, este debe contar con una serie de competencias o skills profesionales de suma importancia. Los cuales resumo a continuación:
Un profesional de la transformación digital debe, precisamente, ser experto en todo lo que se refiere a lo digital. Su gestión de los procesos digitales debe estar orientada hacia el máximo rendimiento, así como la administración de los recursos y el diseño de los métodos que este haga para integrar las nuevas tecnologías a la cultura organizacional.
Además, tiene que mantenerse actualizado sobre las tendencias globales de esta área y entender muy bien las razones por las que grandes corporaciones han fracasado en sus procesos de digitalización. Esto con el fin de aplicar dicho entendimiento y aumentar así las probabilidades de éxito en los nuevos procesos.
Tener grandes habilidades en la búsqueda, procesamiento y análisis de todo tipo de información es clave para liderar la digitalización. Esta cualidad le permite al profesional investigar sobre los métodos más óptimos y los mejores recursos. Así como también le facilita mantener una monitorización constante sobre los movimientos de la competencia, impacto de las campañas, hábitos del consumidor, entre otros.
Ejecutar un plan de transformación digital es un proceso que siempre involucra a varios equipos de profesionales multidisciplinarios. Cada uno de ellos hablando en su propio idioma según su profesión. Por tanto, la persona que lidere la transformación debe hablar el mismo lenguaje de cada uno de sus compañeros, compartir responsabilidades con ellos y gestionarlas de la manera más colaborativa posible.
La gestión de los equipos de transformación debe basarse en herramientas y métodos digitales, por lo que el líder ha de enseñar y fomentar su uso con respeto, diligencia y disciplina.
Las tecnologías y todo el contexto comercial a nivel global evolucionan día a día. Por tanto, el profesional de la transformación debe sentir la necesidad innata de mantenerse conectado con esa evolución. Esto mediante el aprendizaje continuo de las novedades que ofrece el mercado digital, tanto en recursos digitales como en procesos, técnicas y tecnologías de última generación.
Esto implica ser conocedor de las soluciones que ofrece la inteligencia artificial, el big data, la blockchain, la robotización, el cloud computing, entre otras innovaciones que permiten potenciar al máximo los procesos de transformación digital
El pensamiento estratégico es la columna vertebral de la digitalización empresarial. Este le permite al profesional desarrollar una visión integral y profunda sobre los objetivos y necesidades de la organización teniendo en cuenta las variables del mercado, de los recursos tecnológicos, de las capacidades del talento humano y de los avances de la competencia.
Con esta visión estratégica basada en las claves de una transformación exitosa, puede encontrar las mejores maneras de lograr lo que la empresa necesita, tanto en costos como en rendimiento y calidad.
Todo plan de transformación digital debe tener como enfoque principal el customer centric. Es decir, tiene que centrarse en las necesidades y satisfacción de los clientes, pues esto se traduce en mayores índices de fidelización y de atracción de nuevos consumidores.
Por ello, el profesional de la transformación debe aplicar distintas técnicas para conocer a profundidad a los clientes de la organización, así como también establecer los medios de comunicación entre ellos y la empresa que mejor les satisfagan según sus hábitos de comportamiento.
Lograr la transformación digital con éxito es un proceso que requiere el máximo esfuerzo en todos los sentidos posibles. No se trata solo de las áreas tecnológicas u operativas, sino también del ambiente de gestión empresarial.
De hecho, según el estudio 2019 Big Data and AI Executive Survey, realizado por NewVantage Partners, el 93% de los ejecutivos cree que el mayor obstáculo para convertir sus empresas en data driven se encuentra en los procesos y en la cultura organizacional de las personas, no en la tecnología.
Abordar la cultura organizacional es vital para implementar de manera exitosa cualquier plan de transformación digital. En Enzyme Advising Group somos expertos en ayudar a las empresas a alinear su capacidad tecnológica con el esfuerzo del talento humano en pro de la innovación y la transformación. Esto mediante nuestras potentes soluciones de Cognitive Convergence y People Analytics.
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