Hace ya un tiempo que las soluciones de software basadas en RPA (Robotic Process Automation) están tomando notoriedad y nos llegan numerosas noticias sobre grandes ahorros conseguidos gracias a la automatización de tareas administrativas gestionadas hasta la fecha por personas.
Hasta ahora la reducción de costes asociados a la ejecución de procesos, se centraba en la normalización operativa y posterior automatización a través de desarrollos ad-hoc o mediante plataformas BPM (Business Process Management).
La normalización era vital para asegurar que el mayor número de operaciones se gestionaran de igual forma, e incluso muchas veces las propias herramientas BPM aseguraban que las cosas sólo se pudieran hacer de una determinada manera. Es decir, trazábamos las carreteras por las que debían circular las operaciones de nuestra organización y además, podíamos definir nuestro propio código de circulación a través de reglas de negocio y disponíamos de radares y agentes que podían controlar el tráfico mediante alarmas y funciones de monitorización.
Pero al igual que en las carreteras y vías actuales, necesitábamos la intervención de las personas para finalizar algunas tareas o para realizar maniobras de cierta complejidad.
El grado de desarrollo de las soluciones RPA que permiten un sinfín de operaciones de cierta complejidad que anteriormente eran difíciles de automatizar, nos permiten circular sin intervención humana.
Ante este nuevo paradigma nos podemos preguntar: ¿es necesario seguir circulando por carreteras claramente trazadas y señalizadas? o por el contrario, nuestro coche autónomo, después de haberle mostrado el camino, ¿podrá circular sin nuestra intervención por cualquier lugar?
Quizás la respuesta a esta pregunta es analizar el uso que se estaba dando en muchos casos a las soluciones BPM. Trazábamos carreteras para hacer pequeños trayectos que sólo se podían hacer si asegurábamos que nuestros conductores circulaban con el mismo modelo de coche y respetando el mismo código de circulación.
Pero para estos casos ya no deberemos trazar nuevas carreteras porque las soluciones RPA nos permitirán circular con los vehículos que queramos y con diferentes modos de conducción.
Ya no es necesario construir nuevas carreteras para tareas repetitivas de interacción con interfaces de usuario de muchos de nuestros sistemas informáticos. Ya podemos construir coches autónomos que lo harán por nosotros.
¿Pero qué hacer en procesos transversales con implicación en múltiples usuarios y sistemas?
En este caso seguiremos necesitando carreteras, pero esta vez parte del viaje lo realizará de forma autónoma alguno de los robots que implantemos a través de una solución RPA.
Debemos tener presente una serie de reflexiones sobre cómo potenciar el uso y explotación de binomio RPA-BPM:
En definitiva podemos entender que la soluciones BPM nos facilitan el grado de normalización adecuado para que las operaciones sean eficientes ya que disminuimos la incerteza en nuestros “trayectos”.
Por otro lado, las soluciones RPA nos dan capacidad operativa y mayor grado de automatización, lo que redunda en menores costes de explotación, ya que no deberemos preocuparnos de la conducción en ciertos tramos de nuestro trayecto.
En definitiva, si nuestros viajes lo podemos hacer por autopistas correctamente trazadas y con coches auto conducidos, las ganancias seguro que serán mucho mayores.
Rubén es Ingeniero Técnico, Máster en Gestión de Calidad y PDD por IESE. Cuenta con más de 15 años de experiencia en consultoría en varios sectores entre los que se incluyen banca y distribución. Su experiencia se centra fundamentalmente en el área de procesos BPM.
¿En que estás interesado?
¡Ya has completado el formulario!
¡Ya has completado el formulario! Revisaremos tu solicitud y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.
Gracias por confiar en nosotros.